viernes, 27 de abril de 2012

UN NUEVO CAMINO



















Estamos a las puertas de un nuevo camino.
Lo andaremos con respeto. Buscando el ritmo apropiado a nuestros pasos. Sin vacilar. Mirando siempre al frente. Sin importarnos los baches del camino. Confiando en nosotros y en los compañeros de travesía.

martes, 24 de abril de 2012

CASA MARCIAL












Ricard, uno de nuestros concept-selling, visitó a Nacho Manzano en Casa Marcial
En su pequeño gran restaurante, entre las montañas, demuestra que no hace falta estar en el epicentro del mundo para que reconozcan un buen trabajo. Fue un honor y un placer conversar con él y compartir su cocina, la excelencia de la sencilllez!

lunes, 23 de abril de 2012

DÍA INTERNACIONAL DEL LIBRO

Un día lleno de Historia y de historias. Desde Triticum os queremos contar una...

Panes Triticum, despiertan antiguas pasiones


Entró en el apartamento cuando la tarde agonizaba. La poca luz que quedaba en el exterior se colaba por las ventanas sin pedir permiso. No abrió ninguna de las múltiples lámparas que llenaban la casa hasta llegar a su habitación. Pisó el interruptor y se detuvo en el marco de la puerta. Resiguió con la mirada los detalles del papel pintado. Les costó muchísimo elegirlo, mejor dicho, le costó muchísimo elegirlo. Igual que los muebles de la habitación y del resto de la casa. Ella sola decidiendo, descartando. Siempre había sido así, él jamás se había implicado en tonterías. Tonterías, así las llamaba. Abrió el armario y sacó la maleta del altillo. La dejó abierta encima de la cama y empezó a llenarla con su ropa. Entre unas camisetas encontró un pago de visa grapado a una minuta,
La Sal
Ensalada marinera bañada con vinagreta dulce
Carpacho de salmón y alcaparras añejas
Caracoles de mar
Navajas
Pulpo
Boquerones
Blanco del Empordà
Bandeja de quesos
Oremus 5 Puttonyos
 Y un beso largo y dulce…
Se levantaron y se hundieron en la arena de la playa que había decorado su primera cita. Extendieron una única toalla, y se quitaron la poca ropa que cubría sus bañadores. El sol esa tarde fue lo único que les unió al mundo. Cogió los zapatos del fondo del armario. Los guardó en una vieja bolsa. Fue hacia el baño. Vació el armario. Dudó si llevarse el secador, no recordaba quién lo había comprado. Volvió a dejarlo en su sitio. Regresó a la habitación. Cerró la maleta y salió cargando con todo al comedor-cocina-estudio. Se sentó a esperarle. No tenía ganas de leer. Se echó en el sofá y se concentró en las grietas del techo. ¿Por qué no seguían todas un mismo camino? ¿Por qué algunas se unían y otras se separaban?
 Oyó la llave en la cerradura. Él entró. Ni se fijó en lo extraño de la escena. Ella no pudo contenerse y antes de que se quitara la cazadora le dijo que no quería volver a verlo. Se había terminado. Tenía la maleta preparada, se iría esta noche. El silencio cortó el aire. Él contrajo todos los músculos de su cara y sus dedos se cerraron con fuerza en sus palmas.
Aceptó. Sin embargo, no la dejaría marchar con el estómago vacío. La hizo sentarse a la mesa. Se lavó parsimoniosamente las manos y se dirigió a la nevera. 
Empezó abriendo un pan de beicon y pipas, crujiente y rojizo, como a ella le gustaba. Se tomó su tiempo. Eligió los ingredientes. Cuidó los detalles. Sólo para ella, para ambos.
Lo untó con tomate y aceite de oliva. Cortó en finas lonchas un queso de cabra semi-curado, encima añadió pasas y rúcula bañada con mermelada de fresa, salvia y pimienta de Jamaica rebajada previamente con aceite de oliva.




Se limpió las manos en un trapo de cocina, la miró.
Ella despistó la mirada, no quería demostrar ningún interés es esa pretendida ceremonia de clausura.
Su segunda baza sería un pan neutro con matices ácidos untado con tomate, aceite y sal. Repleto de queso Brie con mini espárragos verdes salteados con piñones. Todo acompañado de cebollitas cocidas al horno con aceite de oliva e higos secos.
Él cerró los ojos y deseó retenerla a su lado.
Cuando los abrió, ya estaba sentada a la mesa. Esperaba en silencio.
Al segundo mordisco, lo miró a los ojos y se levantó a deshacer su equipaje.
Mercè Pujadas Cid
                  
                                                                                                                                     

miércoles, 11 de abril de 2012

REDESCUBRIR



Preparando un nuevo anuncio para Apicius.
Intentaremos mostraros el pan desde otra perspectiva. Buscaremos la manera de sorprenderos, de sorprendernos, de mirarlo como si fuera la primera vez..., de volver a enamorarnos.

martes, 3 de abril de 2012

EL TRIGO XEIXA



El trigo Xeixa (Triticum aestivum) ha sido el trigo blando más cultivado del mundo, y del que a lo largo del tiempo se ha desprendido mayor variedad de subespecies, alguna de las cuales ha llegado a nuestros días y se ha convertido en el cereal actual más apto para hacer pan. La harina conseguida con el trigo Xeixa es una harina de sabor dulce e intenso, y con bajo contenido en gluten (la proteína del trigo), lo que la hace más digestiva y también mucho menos alergénica una vez panificada. Es por ello que consideramos el trigo Xeixa como el más asimilable para el metabolismo humano de todas las variedades. Sin embargo, esta variedad de trigo no destaca por sus cantidades de producción, ya que sus espigas y su grano son más pequeños que los del trigo actual, pero sí por su alta calidad nutritiva, digestiva y menos alergénica. Al contrario que otras variedades de trigo, el Xeixa apenas ha sufrido modificaciones genéticas. Antiguamente esta harina era muy utilizada y estaba muy bien valorada entre la población de las Islas Baleares, pero su cultivo disminuyo notablemente a lo largo del siglo XX. Así pues, hoy en día es muy limitado, aunque con el esfuerzo de algunos agricultores se está reintroduciendo y recuperando su cultivo de forma ecológica. Trabajando con este cereal podremos recuperar aromas ancestrales y una calidad garantizada del pan, y contribuir de este modo a reintroducir variedades antiguas de cereales. Otras aplicaciones de esta variedad de trigo Xeixa serían las cocas, las ensaimadas, las galletas de aceite, los buñuelos e incluso los fideos entre otras. Hay otros cereales antiguos que se han recuperado: Florence Aurore: Es una variedad que se dejó de cultivar por bajo rendimiento, pero algunos agricultores dels Aiguamolls del Empordà lo están reintroduciendo. Kamut: Con el grano de trigo Kamut podemos hacer pan, galletas e incluso cocer como el arroz ya que su piel es muy fina y no contiene una capa de fibra muy gruesa. Además, al ser una de las variedades de trigo más antigua, no es un híbrido y, por lo tanto, es de muy fácil digestión. Centeno gigante: Este cereal se obtiene por hibridación con el trigo, consiguiendo una espiga tetraploide y un grano de mayor tamaño que el centeno original. Básicamente, se utiliza para elaborar el típico pan negro de los países del norte de Europa, llamado pumpernickel. Se trata de un pan más denso que el de trigo. También es muy común utilizar el centeno para panificar. Este cereal se empezó a cultivar más tarde, hace unos 2000-3000 años y carece de las proteínas del trigo, lo que nos proporciona un pan más denso y más oscuro que el de trigo. Escanda Azulada: La escanda tiene varias aplicaciones además del pan: galletas, tortas, bollos, pizzas, crepes, pasta,… Así pues, está claro que hay una clara tendencia a la recuperación de cereales antiguos, seguramente muy ligada a la recuperación de las técnicas artesanas y a la producción ecológica. En esta era de modernización es bueno detenerse y recapacitar. Utilizar los avances tecnológicos, sí, pero también mirar hacia atrás y ser capaces de recuperar la esencia de nuestro oficio, buscar lo mejor de él, seguir la tradición.