El trigo Xeixa (Triticum aestivum) ha sido el trigo blando más cultivado del mundo, y del que a lo largo del tiempo se ha desprendido mayor variedad de subespecies, alguna de las cuales ha llegado a nuestros días y se ha convertido en el cereal actual más apto para hacer pan. La harina conseguida con el trigo Xeixa es una harina de sabor dulce e intenso, y con bajo contenido en gluten (la proteína del trigo), lo que la hace más digestiva y también mucho menos alergénica una vez panificada. Es por ello que consideramos el trigo Xeixa como el más asimilable para el metabolismo humano de todas las variedades. Sin embargo, esta variedad de trigo no destaca por sus cantidades de producción, ya que sus espigas y su grano son más pequeños que los del trigo actual, pero sí por su alta calidad nutritiva, digestiva y menos alergénica. Al contrario que otras variedades de trigo, el Xeixa apenas ha sufrido modificaciones genéticas. Antiguamente esta harina era muy utilizada y estaba muy bien valorada entre la población de las Islas Baleares, pero su cultivo disminuyo notablemente a lo largo del siglo XX. Así pues, hoy en día es muy limitado, aunque con el esfuerzo de algunos agricultores se está reintroduciendo y recuperando su cultivo de forma ecológica. Trabajando con este cereal podremos recuperar aromas ancestrales y una calidad garantizada del pan, y contribuir de este modo a reintroducir variedades antiguas de cereales. Otras aplicaciones de esta variedad de trigo Xeixa serían las cocas, las ensaimadas, las galletas de aceite, los buñuelos e incluso los fideos entre otras. Hay otros cereales antiguos que se han recuperado: Florence Aurore: Es una variedad que se dejó de cultivar por bajo rendimiento, pero algunos agricultores dels Aiguamolls del Empordà lo están reintroduciendo. Kamut: Con el grano de trigo Kamut podemos hacer pan, galletas e incluso cocer como el arroz ya que su piel es muy fina y no contiene una capa de fibra muy gruesa. Además, al ser una de las variedades de trigo más antigua, no es un híbrido y, por lo tanto, es de muy fácil digestión. Centeno gigante: Este cereal se obtiene por hibridación con el trigo, consiguiendo una espiga tetraploide y un grano de mayor tamaño que el centeno original. Básicamente, se utiliza para elaborar el típico pan negro de los países del norte de Europa, llamado pumpernickel. Se trata de un pan más denso que el de trigo. También es muy común utilizar el centeno para panificar. Este cereal se empezó a cultivar más tarde, hace unos 2000-3000 años y carece de las proteínas del trigo, lo que nos proporciona un pan más denso y más oscuro que el de trigo. Escanda Azulada: La escanda tiene varias aplicaciones además del pan: galletas, tortas, bollos, pizzas, crepes, pasta,… Así pues, está claro que hay una clara tendencia a la recuperación de cereales antiguos, seguramente muy ligada a la recuperación de las técnicas artesanas y a la producción ecológica. En esta era de modernización es bueno detenerse y recapacitar. Utilizar los avances tecnológicos, sí, pero también mirar hacia atrás y ser capaces de recuperar la esencia de nuestro oficio, buscar lo mejor de él, seguir la tradición.
1 comentario:
Un descubrimiento de blog con "mucha miga".
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