martes, 3 de agosto de 2010

LAS DOS CARAS DE UNA MISMA MONEDA


Agosto!, aunque presumamos de ser europeos todavía arrastramos un pasado en el que el octavo mes del año el país se detenía, no ocurría nada fuera de la playa y de los chiringuitos. Ahora ya no es lo mismo, siempre quedamos unos cuantos trabajando, pero no nos engañemos, los teléfonos duermen fresquitos bajo los aires acondicionados.
En Triticum ocurre más o menos lo mismo, desde el despacho nuestros clientes (los que siguen al pie del cañón) son atendidos como el resto del año, pero hay más calma, otro tempo para hacer las cosas. Aunque... cuando cruzamos la puerta del obrador todo cambia, allí la actividad es frenética, se produce como nunca y con menos personal, vivimos dos realidades distintas, aunque la una sin la otra no podrían existir. Me encanta el verano y sus contradicciones!

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