En esta vida todo tiene dos caras, dos colores, dos niveles, dos opiniones. Cuando unos ríen otros lloran, cuando unos se van, otros llegan. Y lo más evidente, todo depende de la subjetividad de unos u otros...
Desde Triticum felicitamos a todos los chefs a los que se les ha premiado (que no regalado!) con su primera o segunda estrella Michelin, todos se lo merecían sobradamente. Es una recompensa más a su creatividad y esfuerzo. Pero también felicitamos a quienes este año han tenido una trayectoria espectacular y en la conciencia colectiva de los entendidos están tan estrellados como el resto.
A ambos y a sus equipos muchas felicidades y a disfrutar de los buenos momentos.