Ayer Moby, y los músicos que lo acompañaron, nos regalaron una noche inolvidable con un concierto en un lugar tan impresionante como es el Palau de la Música. Un concierto íntimo, parecía que cantaba en particular a cada uno de los asistentes. Estábamos todos sentados en nuestras butacas, intentando no respirar para no romper la magia del ambiente, pero acabamos todos en pie, bailando al son de su buena música y haciendo un viaje por toda su carrera musical.
1 comentario:
Hola, aún recuerdo ese concierto del 97 en el Palau de la música.
He asistido a muchos conciertos, antes y después de aquel, pero no recuerdo ninguno que me pusiera los pelos de punta de aquella manera.
Aquello fue un aquelarre musical de puro éxtasis y goze de los sentidos, en un escenario mágico y especial. Es más, creo que por la reacción de la propia banda, ellos tuvieron esa misma sensación.
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