Hoy Xavier se marcha de vacaciones. Se refugia en su familia y en su mar. Descansará y volverá renovado, lleno de energía y de ideas.
Mientras, en Cabrera de Mar, parte de su equipo sigue al pie del cañón haciendo y sirviendo pan. Cuidando de sus clientes y esperando su turno, porque todos nos merecemos un receso, tomar distancia para apreciar lo que tenemos y poder echarlo de menos para que el reencuentro sea lo más apasionado posible.