Muchas veces me preguntan el motivo por el cual
juliette, nuestra tienda, está en un pueblecito llamado Vilassar de Mar.
- ¿Por qué no la habéis abierto en Barcelona?
- ¿Por qué no en una gran ciudad?
Ahí va la respuesta...
"Nací en una casa de payés delante del
mar, en un pueblo llamado
Cabrera de Mar. Rodeado de huertos, verduras, gallinas, flores y árboles.
Cuando concebimos el obrador de
Triticum no nos planteamos otro sitio que éste. {Un polígono evidentemente, pero un polígono con vistas al mar}. Al lado de campos, de mi casa y con una situación fantástica.
Al empezar a plantearnos el
proyecto de nuestra primera tienda,
imaginábamos poder "estar", poder participar al 100%. Poder
controlar la calidad, la
producción, las personas, la comunicación. Por eso lo más importante era la proximidad...
Una tarde, paseando con mi
familia por nuestro pueblo,
Vilassar de Mar, vimos un
encantador portal de madera. Lo habíamos visto cerrado desde hacía tiempo. Empezamos a preguntar, y tiramos del hilo hasta encontrar a los propietarios...
Casualidades: conocía a la familia desde
pequeño (esas coincidencias de vivir en un pueblo...).
La señal: ese mismo local había sido un horno de pan hacía 30 años.
Un espacio a cinco minutos de mi casa, a diez del obrador de
Triticum.
No pestañeé ni un segundo,
juliette se abriría en ese espacio, en una
encantadora situación."
- ¿Por qué?
- Porque soy de pueblo...