El verano empieza a despedirse, muchos hemos vuelto de un merecido descanso y los reencuentros se suceden uno tras otro. Atrás quedan las largas noches de verano, las terrazas, la arena de la playa, las siestas... Debemos sacudirnos la pereza veraniega de las orejas y reemprender las tareas que dejamos encima de la mesa hace un siglo (o eso nos parece a nosotros). Allá vamos, cueste lo que cueste!
1 comentario:
Hola, soy seguidora desde hace unos meses..... me encanta el pan!!! y mi horno no ha hecho vacaciones!!! UN SALUDO marzo31aries.blogspot.com
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