Hay pocas cosas que igualan a los hombres, y el paso del tiempo es una de ellas. Pero a su vez, lo que nos diferencia es cómo decidimos pasarlo y, sobre todo, con quién.
El domingo celebramos con nuestro buen y gran amigo Agustí Torelló sus 50 años. Fue un encuentro muy emotivo y muy especial. Nos reunimos un gran número personas y todas con un denominador común, nuestro sincero afecto por el anfitrión. Es un honor que quisiera celebrarlo con nosotros.
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