viernes, 11 de diciembre de 2009

EL CINGLE


Anteayer estuvimos en El Cingle. Comimos de fábula. Un servicio excelente y un lugar inmejorable. Me sorprendió muy gratamente la pasión y el interés que Montse Estruch siente hacia el mundo del pan. Nos enzarzamos en una larga conversación, de tú a tú. Nuestras preferencias, nuestras decepciones, nuestras inquietudes...
Fue enriquecedor y gratificante ver que alguien que ama tanto su oficio no pierde las ganas de aprender y de experimentar.

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