Un oficio se aprende y se siente. Es como un enamoramiento al que te entregas y al que te debes.
Nunca hay que dejar apagar la llama y nunca dar nada por sentado.
Cada día al levantarte debes empezar de cero. Cada día debes sentir la misma pasión. Cada día sufrir las mismas inseguridades. Cada día pensar que puede ser el último y vivirlo como tal. Jamás perder la curiosidad por el otro, por ese amante nunca del todo conocido.
Así me gusta vivir mi oficio, mi profesión.
1 comentario:
pues olé tu profesión!!!!!!!!!!!me gusta muchísimo amasar, tamizar, algún día aprenderé a hacerlo algo bien, bss
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